domingo, abril 21

Se abrió

Hace unos pocos días me invitaron a una reunión donde no conocería a la mayoría de las personas, saliendo un poco de mi zona de confort acepté ir. Llegó el día y era en todo lo que podía pensar, pensando sobre todo cosas malas sobre cómo sería mi suerte ahí pero me alentaba repitiendo el mantra " me voy a divertir " y puedo decir que así fue.

Los detalles sobre ésto no son realmente los de la reunión, las risas, el escenario magnífico o el hecho de que estuve ahí el doble del tiempo que pensé dedicarle. No, esto es para hablar de otra cosa que simplemente ahí ocurrió.

No es ningún secreto mi gusto por los hombres "difíciles" por así llamares, generalmente lisiados sociales y emocionales, amantes del sarcasmo, genios de la tecnología o la música, conscientes de su mortalidad pero inconscientes de la estupidez humana, de gustos raros e incomprendidos, en fin, siempre un rompecabezas, algo para "arreglar o moldear", un reto... algo que me impresionara para yo entonces impresionar de vuelta. También no es ningún secreto que todas esas relaciones han acabado mal, de mal en peor cada una más que la anterior donde aún así después de cada una parecía no entender la lección convenciéndome que la siguiente no sería igual, aunque fuera casi el mismo ser humano que siempre elegía.

Ese día conocí a alguien justo así, hablamos un poco y de repente en vez de sentir fuegos artificiales con esas imágenes mentales románticas de los años venideros, la armonía del universo, la sensación que esa persona sí te entiende en tus peculiaridades... nada, no sentí ni paso nada mágico... más bien algo me dijo en la mente "¡Que hueva!, bien sabes que si sigues como va a terminar esto" y sonreí poniendo esa cara cómplice donde la otra persona te habla y tu estas contigo y sonríes, donde la otra persona no se da cuenta que ni siquiera la escuchas, y sonreí. 


Se abrió y retumbó:

" Únete con quien te haga feliz,
no con quien tengas que impresionar."