La cultura del SMS se ha perdido, se ha remplazado con el Internet móvil y los smartphones. Debo aclarar que esto no es un berrinche al avance de la tecnología, es más bien, un berrinche a que hace años no tengo una buena sesión de ‘mensajitos’ de celular.
Conversaciones irreverentes que me arrancaban carcajadas en 160 caracteres o menos a la vez. Mis mensajes de buenas noches a mis amigos, los sms del borracho y el T9 traicionero. Las horas que pasaba hablando de cómo Dios es Munra, de que el hermano de Salinas debería estar libre, el cuate japonés que se esconde tras el espejo o los changuitos que levantan las patrullas en la feria.
Nunca hablando en serio, con ese humor que casi nadie me entiende, era un toma y daca inmediato que una vez agarrado el ritmo, podía durar toda una noche o días completos. Mi compañero favorito del sms era el Poly, la llegada de un mensaje suyo era garantía de gastar al menos 100 pesos, sólo en mensajes, en hacerme reír y sentir bien. Teníamos un mundo raro donde más de una persona no se explicaba como era posible que nos lleváramos tan bien, tanto tratándose de mí o de él. Aún muchos no se explican muchas cosas de eso, pero bueno… ese es otro tema.
Tal vez ha sido porque hace poco cambie el número de celular que tuve por años o más bien porque ya nadie tiene tiempo o ganas para hacerlo. He intentado con varias personas de nuevo ese sincretismo pero no se ha logrado o no me entienden, no contestan, no les importa y lo que yo pienso es el mayor problema… ¿Para que decírselo sólo a una persona si en facebook, twitter, blogger, etc lo pueden ver miles?, ¿Quién más va a notar que irreverente e inteligente soy?, ¿Cómo se van a enterar que sí tengo vida social, y muchos-muchos seguidores?... Por Dios…
En que nos hemos convertido que la única manera aparente de dejar huella en éste cochino mundo es por una pagina de Internet administrada por uno mismo. La asquerosa ironía que lo ponga en mí blog hace aún peor esto.
¿Realmente somos la cantidad de contactos en línea que tengamos?... de todos ellos con cuantos realmente puedes hablar e ir a tomarte un café, esa es la verdadera pregunta.
Un mensaje te de texto es un tanto más único y personal, con cierta cantidad de letras y unos cuantos caracteres debes decir lo más posible PERO sin acortar palabras, ni suplantar letras a (al pan, pan y a la X, equis). Siento más bien que ya estoy loca, bueno más loca, esas personas ya ni existen… no es lo mismo individualismo que individualidad.
Mi celular ha pasado a ser un enorme pisapapeles-reloj despertador, y sólo sirve para que en el trabajo me pregunten donde ando y cuanto me voy a tardar en llegar.
Extraño mis épocas del mensaje de texto, bueno más bien conversaciones irreverentes que me vuelen la mente. Estoy sumergida en un mundo donde todo me asombra, pero nada me sorprende.
Conversaciones irreverentes que me arrancaban carcajadas en 160 caracteres o menos a la vez. Mis mensajes de buenas noches a mis amigos, los sms del borracho y el T9 traicionero. Las horas que pasaba hablando de cómo Dios es Munra, de que el hermano de Salinas debería estar libre, el cuate japonés que se esconde tras el espejo o los changuitos que levantan las patrullas en la feria.
Nunca hablando en serio, con ese humor que casi nadie me entiende, era un toma y daca inmediato que una vez agarrado el ritmo, podía durar toda una noche o días completos. Mi compañero favorito del sms era el Poly, la llegada de un mensaje suyo era garantía de gastar al menos 100 pesos, sólo en mensajes, en hacerme reír y sentir bien. Teníamos un mundo raro donde más de una persona no se explicaba como era posible que nos lleváramos tan bien, tanto tratándose de mí o de él. Aún muchos no se explican muchas cosas de eso, pero bueno… ese es otro tema.
Tal vez ha sido porque hace poco cambie el número de celular que tuve por años o más bien porque ya nadie tiene tiempo o ganas para hacerlo. He intentado con varias personas de nuevo ese sincretismo pero no se ha logrado o no me entienden, no contestan, no les importa y lo que yo pienso es el mayor problema… ¿Para que decírselo sólo a una persona si en facebook, twitter, blogger, etc lo pueden ver miles?, ¿Quién más va a notar que irreverente e inteligente soy?, ¿Cómo se van a enterar que sí tengo vida social, y muchos-muchos seguidores?... Por Dios…
En que nos hemos convertido que la única manera aparente de dejar huella en éste cochino mundo es por una pagina de Internet administrada por uno mismo. La asquerosa ironía que lo ponga en mí blog hace aún peor esto.
¿Realmente somos la cantidad de contactos en línea que tengamos?... de todos ellos con cuantos realmente puedes hablar e ir a tomarte un café, esa es la verdadera pregunta.
Un mensaje te de texto es un tanto más único y personal, con cierta cantidad de letras y unos cuantos caracteres debes decir lo más posible PERO sin acortar palabras, ni suplantar letras a (al pan, pan y a la X, equis). Siento más bien que ya estoy loca, bueno más loca, esas personas ya ni existen… no es lo mismo individualismo que individualidad.
Mi celular ha pasado a ser un enorme pisapapeles-reloj despertador, y sólo sirve para que en el trabajo me pregunten donde ando y cuanto me voy a tardar en llegar.
Extraño mis épocas del mensaje de texto, bueno más bien conversaciones irreverentes que me vuelen la mente. Estoy sumergida en un mundo donde todo me asombra, pero nada me sorprende.
