martes, octubre 11

De vapor

Me rindo. No se me ocurren dos mejores palabras: me rindo. Sé muy bien que no somos otra cosa que un engrane más del mundo pero cuando esos engranes funcionan solo para intereses de unos pocos es cuando me brinca, me rehúso, peleo y levanto la voz pero de nuevo sólo me han hecho darme cuenta que de plano esto no es lo mío. El mundo maravilloso y de tierra prometida, árida y con supuestas ganas de nuevas ideas de la investigación me quedó mal o más bien yo le quede mal porque ya no quiero seguir, es demasiado cansado.

Terminé mi licenciatura y siempre dije que me dejo un sentimiento de inconcluso que pensé sería llenado por la maestría pero me dejó igual o peor. Me hice licenciada al vapor, ahora seré maestrante al vapor. Me subo al tren de la corriente.

El cuerpo académico de mi institución; como gallinas sin cabeza, corre, corre... rápido, por encimita y para salir del paso que tenemos que tener graduados que luego nos dejan sin presupuesto, sin registro de CONACYT, sin los lugares en el SNI, por qué sin publicaciones… sin vergüenza diría yo. Importa todo menos uno como alumno y su aprendizaje, ni mucho menos a quienes puede ayudar generar conocimiento.

Todo se queda en letras, como diría una de las pocas Maestras que respeto que en vez del amor en los tiempos del cólera, las publicaciones en los tiempos del CONACYT.

Qué triste que te hagan ver al conocimiento como algo cuadrado y de recetas de cocina.
Qué triste que te prometan campo de innovar y terminen por darte un machote de información reciclada que debes acatar.
Qué triste que te vean como mano de obra barata, simple capturista de los mismos datos una y otra vez.
Qué triste que te roben tus ideas que primero te tacharon de locas o insignificantes.
Qué triste que te valgan mas el número de publicaciones propias que las de alumnos publicando.
Qué triste que todo se pierda en currículos enormes y papeles colgados en la pared.

Estas no son mis batallas, esta no será mi manera de mejorar mi entorno. Sigo buscando donde sí, por lo pronto… la investigación no es lo mío.




Salen Maestrantes con harta salsa para que no se note que no tiene carne,
llévelo, llévelo, bara, bara.

La educación que necesita México definitivamente no está en las aulas.

3 comentarios:

  1. No hay mejor escuela que el trabajo jejeje, en las aulas realmente se pierde el tiempo pero se ganan papelitos.

    Deme una maestria con todo y directa pa ni sentirla!!!

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  2. la vida,ni modo.
    a pegarle mordidas.
    Los vacíos de adentro no se pueden llenar con lo de afuera. Su naturaleza es distinta.
    Mientras, las penas con pan son menos y con mantequilla han de ser sabrosísimas, diría un clásico.
    ánimo.

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  3. pues... empieza el último jalón pero ya del lado de los "malos"

    Le entre a las malas prácticas, ni modo... que luego no me gradúo ya que luego de amenazas tipo " ud. sin mí no se gradúa" no queda otra que subirse al tren de la corriente.

    Que Don Chuy me perdone...

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