Ayer
fuí con mi
Solecito, alias
Anahí, a nuestra platica
maratónica ponte-al-día-de-todo-lo-que-te-paso-en-vacaciones-y-más-allá.
Como siempre a un
cafesito al centro, mis primeras dos opciones estaban cerradas (creo que ya debo regresar más seguido al centro, me dejo de enterar de muchas cosas) y pues termine en CORAZÓN.
Llegando me doy cuenta que cambiaron las mesas que tenían las ventanas a la calle, a un bar y mi mesa de siempre, maldita mujer de
habitos en los que no debería tenerlos, la hicieron una barra sin embargo se veía mono el
baresito y entramos. Todo estaba bien; el tapiz, los muebles,
Amélie en el plasma, unos radios antiguos... hasta que en una de esas, volteo hacia arriba y en una de las paredes tenían pintado en verde "aquí estoy" un perfilado de los
Beatles en
Abbey Road... ahí fue mi primer desilusión, como cuando en la primaria el niño que te gusta lo ves
jalándole el pelo a otra niña.
No
tenian gente y se tardaron 20 minutos en traerme una cerveza que
pedi sola, sin preparar, ni nada... sólo tenia que abrirla y llevármela... pero luego entendí por que. Al lugar empezó a llegar gente como si yo estuviera un martes en el
Barezzito de
Altaria,
flashes por todos lados, rituales de abrazo y beso elegante de mejilla, el 90% de las
chavas con el mismo peinado y accesorio de moda ,y
chavos con pantalones de mujer y camisas con el mismo
patron de rayado o con los
logos más grandes para que se note de que marca es. Subieron la
musica, que no era mucho de mi gusto, de volumen y yo sentí el primer crujido en el pecho, la
vulnerabilidad se
había penetrado... los fresas adolescentes han movido su nido a este lugar.
Anahí y yo seguimos platicando y soltando carcajadas como bien nos sale, barridas y miradas raras no se hacían esperar pero realmente no nos importaba. Pedí otra cerveza, la cual ahora tardo casi 30 minutos en llegar y a las otras mesas las cosas volaban llegando con prontitud. Paso el tiempo, pedí otra cerveza la cual espere una hora y definitivamente no llegó.
Se ha roto, mi Corazón se ha roto.
Regresaré al OXXO por unos pinguinos hasta salga otro lugar de moda y a mi Corazón me lo regresen. Devuelvanme mi mesa junto al ropero de la abuela.